MANIFIESTO
Somos alumn@s
de Integración Social, somos el pueblo y tenemos conciencia de lo que está pasando, sabemos que nos están
privando de derechos básicos y fundamentales como son Sanidad, Educación,
Servicios Sociales, Atención a la dependencia, Empleo, Seguridad Ciudadana,
Ayudas para el acceso a la vivienda, etc. No habíamos terminado de alcanzar ese
ansiado estado de bienestar por el que tanto lucharon nuestros padres, abuelos,
bisabuelos… y ya nos lo están arrebatando.
Nuestro
Estado de Bienestar, que se basa en la existencia de unos servicios públicos de
calidad, universales y accesibles, que atiendan con eficacia las necesidades de
la ciudadanía, bajo el principio de igualdad, el cual está ausente por completo
en la política de nuestro actual gobierno.
Estamos hart@s de sufrir las consecuencias de vivir en un
sistema condicionado y coaccionado por los mercados, que además resulta
insostenible, y que nos ha llevado a ser víctimas de una estafa a gran escala a
la que han llamado crisis, y por eso nos unimos para redactar este manifiesto e invitarles a
unirse a las reivindicaciones por la defensa de nuestros derechos y el
reconocimiento de nuestros deberes como ciudadanos/as activos/as.
Una de las luchas históricas de los trabajador@s ha sido
el alcanzar las mejores condiciones laborales posibles pero en la actualidad,
tras la aprobación de la reforma laboral, estos logros han sido vapuleados. El
desempleo sigue en aumento, los trabajadores pierden sus derechos, los grandes empresarios
se benefician de la situación, y el aumento de la pobreza se cifra en once
millones y medio de personas.
El mantenimiento
de servicios públicos tales como sanidad y educación se deriva de nuestros
impuestos, por mucho que el Gobierno se empeñe en hacernos creer que son
servicios “regalados” a la ciudadanía. La inversión en lo público es la única
garantía para un reparto justo y equitativo de la riqueza y la productividad de
un país. Es por ello por lo que los recortes que vivimos actualmente y que
intuimos que continuarán hasta no sabemos cuando, afectarán duramente a la
clase media y a lo que menos tienen. Si no ponemos fin a esto seguiremos
presenciando esta progresiva y dolorosa destrucción del Estado del bienestar. Defendemos,
por tanto, la gestión pública directa, pues consideramos que es la mejor
fórmula para el acceso universal a los servicios públicos para todos y cada uno
de los ciudadanos en igualdad de condiciones.
Por lo tanto,
Exigimos que
se controlen los excesos de este sistema agotado y destructivo, que nos somete
y nos obliga a pagar una deuda que no
hemos generado, hipotecando nuestro futuro y el de las próximas generaciones.
Decimos BASTA
y gritamos con fuerza que no han conseguido
aborregarnos, no han podido adormecer nuestra capacidad de pensar ni de
sentir. Es el momento del estrujón final, para devolver vida al pueblo, al
mundo, es necesario podar y desyerbar los castillos, las sedes bancarias y
demás escondites de quienes pretenden arrebatarnos la vida a base de
tijeretazos.
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